Hombres jóvenes con físicos despampanantes y con el torso descubierto tanto en la entrada de las tiendas como en las bolsas de Abercrombie & Fitch se convirtieron hace algo más de diez años en la seña de identidad de la marca en todo el mundo. Ahora, Mike Jeffries, ex-CEO de la compañía, ha sido acusado de explotación sexual de varones.
Tanto Jeffries como su pareja, Matthew Smith, se enfrentan a acusaciones de explotación de hombres reclutados para eventos sexuales que organizaban por todo el mundo, según ha revelado este viernes la cadena de televisión BBC tras una investigación propia. Para localizarlos, existía una red altamente organizada con un intermediario que utilizaba un parche de piel de serpiente, según los afectados.
En este contexto, ocho hombres han declarado a la cadena haber asistido a estos eventos, en los que algunos afirman haber sido explotados o haber sufrido abusos. Muy diferente es la versión del intermediario utilizado por Jeffries y Smith, que asegura que los jóvenes acudían a esos eventos «con los ojos bien abiertos». Por su parte, ni el ex-CEO ni su pareja han respondido a las preguntas de la televisión británica.
La situación de ambos podría complicarse después de que dos exfiscales estadounidenses que revisaron de forma independiente los documentos y testimonios recabados por la BBC hayan pedido la apertura de una investigación para determinar si se pueden presentar cargos por tráfico sexual. De acuerdo con la legislación de EE.UU., este delito contempla que un adulto viaje a otro estado o país para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero mediante el uso de la fuerza, el fraude o la coacción.
La mitad de los hombres que hablaron con la BBC sobre su reclutamiento señalaron que inicialmente fueron engañados sobre la naturaleza de los actos o que no se les dijo que había sexo de por medio. Otros, en cambio, apuntaron que entendían que los actos serían de índole sexual, pero ignoraban exactamente lo que se esperaba de ellos. A todos ellos, no obstante, se les pagó.
Reclutados con engaños
Además, varios relataron a la BBC que, para atraerlos, el intermediario u otros reclutadores les plantearon la posibilidad de trabajar como modelos para A&F. En uno de los casos, por ejemplo, el mediador le dijo a uno de los afectados que no lo pondría en contacto con la firma ni con Jeffries si no le permitiera practicarle sexo oral.
En esa ocasión, recibió 500 euros. Algo después, aceptó la invitación a una jornada en los Hamptons, una lujosa zona de Nueva York, donde Jeffries y Smith solían organizar sus ‘fiestas’. Allí, le proprocionaron ‘popper’ -una droga que puede causar desorientación- y mantuvieron relaciones sexuales, algo que no era inusual en estos ‘eventos’ en los que los participantes recibían sobres con miles de euros, según la cadena de televisión.
Tras estas acusaciones, la marca -con una dirección diferente- se ha declarado «horrorizada y asqueada» por el supuesto comportamiento de su antiguo CEO, que convirtió una empresa de moda tradicional en decadencia en una compañía multimillonaria de venta al por menor de ropa para adolescentes, vendiendo ‘sex-appeal’, con modelos masculinos ligeros de ropa.