Louis Zborowski y sus Chitty Bang Bang

Si tenemos la suerte de visitar la localidad francesa de Le Mans, entre sus muchos puntos de relación con el automóvil y la competición, hay uno más bien desconocido por el gran público. Se trata de un monumento en el parque de Tessé. Forma parte del mismo una figura femenina de rostro triste acodada sobre una tumba en la cual se encuentra una placa de bronce representando un rostro sonriente: se trata del conde Louis Zborowski (1895-1924).

Louis Zborowski nace en Inglaterra el 20 de febrero del año 1895. De niño pierde a su padre, un aristócrata polaco que muere en una carrera en Niza, en 1903, y ocho años después a su madre, una multimillonaria estadounidense. Así, con apenas dieciséis años, es poseedor de una enorme fortuna.

Apasionado, como su padre, por la competición, se lanzará a correr con Aston Martin, marca fundada por Lionel Martin y Robert Bamford en 1913, en un pequeño taller de Londres. Junto con Martin y su equipo, idea un plan para construir dos coches para competir en el prestigioso Tourist Trophy de la Isla de Man de 1922. Zborowski aporta unas 10.000 libras para el proyecto, una pequeña fortuna en ese momento, y el dinero se destina no solo a los coches, sino también a la creación de un motor de carreras, un cuatro cilindros, doble árbol de levas en cabeza y 16 válvulas, completamente nuevo. Este primer Aston Martin para competir en los Grand Prix de la época, cuenta con 55 CV a 4200 rpm para mover sus 750 kg, y tenía una velocidad máxima de casi 137 km/h. E igualmente pilota un Mercedes, provisto de un motor Maybach de avión, con el que alcanza 117 km/h.

El conde también fabrica sus propios coches de carreras, los célebres «Chitty Bang Bang», con la ayuda de su ingeniero Clive Gallop.

El origen del nombre es discutido. Hay quienes piensan que hace referencia a los permisos requeridos a los soldados, en la I Guerra Mundial, para acudir a los burdeles. Otros dan crédito al ingeniero aeronáutica Letitia Chitty.


El Conde Zborowski en Brooklands, al volante del Chitty I


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El primero de ellos, el Chitty 1, debuta en Brooklands en 1921. Y logra la segunda plaza alcanzando velocidades de 160 km/h. Su carrocería de cuatro plazas es sustituida por una de dos y un sistema de escape diferente, alcanzando los 193 km/h. Tras un accidente del primer Chitty en Brooklands, en 1922, el Chitty 2 es construido alrededor de un motor de avión Benz de 18,8 litros. Este coche no tiene tanto éxito como el primero y ponen manos a la obra en la construcción del Chitty 3, basado sobre un chasis Mercedes modificado. Le incorporan un motor de avión Mercedes, de seis cilindros con un simple árbol de levas en cabeza, con 180 CV de potencia. Zborowski lo utiliza para su uso personal. Finalmente construyen el Chitty 4, alias Higham Special, por haber sido construido en Higham Park, la propiedad del conde. Está equipado de un potente motor de avión Liberty V12 de 27 litros y 450 CV. Es el automóvil de mayor cilindrada que ha competido en Brooklands.

Será el último de los «Chity». El 19 de octubre de 1924, Zborowski pilota un Mercedes en el autódromo italiano de Monza. De pronto pierde el control, se sale de la pista e impacta contra un árbol. Nada se puede hacer por su vida. Tenía tan solo 29 años.

El Chity 4 es adquirido por el piloto galés J. G. Parry-Thomas, que lo transforma y utiliza para batir récords de velocidad, rebautizado como «Babs»: en 1926 alcanza los 273,6 km/h.


Parry-Thomas encontrará la muerte al volante del Chity 4, transformado y rebautizado como Babs


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Parry-Thomas intenta un nuevo récord en 1927 al volante del «Babs» en la playa galesa de Pendline Sands, una verdadera «autopista» natural utilizada también por Malcom Campbell. El 3 de marzo de 1926, una rueda del «Babs» se rompe (también se habló de la rotura de una de las cadenas de trasmisión que utilizaba) vuelca, y Parry-Thomas muere.

El automóvil queda cubierto bajo la arena en el lugar del accidente y allí permanecería olvidado hasta que es desenterrado en 1967 por Wyn Owen. Restaurado y en funcionamiento, ha participado en algunas exhibiciones.

La película

La historia de Zborowski servirá, años más tarde, de punto de partida para la famosa película Chitty Chitty Bang Bang (1968). El protagonista es un automóvil equipado de alas, imaginado por Ian Fleming (1908-1964) en un libro escrito para su hijo Caspar («Chitty-Chitty-Bang-Bang: The Magical Car») en tres volúmenes, el primero de ellos publicado póstumamente en 1964. Parece que el famoso escritor, creador del personaje James Bond, se inspiró en los automóviles de Zborowski tras ver a uno de ellos compitiendo.


En 1967, para el rodaje se construyeron seis unidades en los talleres de Alan Mann en Hertfordshire


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El prestigioso preparador Alan Mann se había convertido en 1964 en el equipo de fábrica de Ford , haciendo correr los Falcon en el Rallye de Monte-Carlo, o ganando con los Cobra el Campeonato del Mundo de Marcas 1965, además de desarrollar la versión ligera de los GT40 que corrieron en Le Mans en 1966, entre otros.

Una conversación entre el director de competición de Ford, Walter Hayes, con el productor de cine Albert «Cubby» Broccoli, llevó a que Alan Mann Racing se ocupase en 1967, de construir seis coches con estética «Años Veinte» para el film Chitty Chitty Bang Bang. El diseño de los mismos estaba realizado por Rowland Emmett y Ken Adam, y para su construcción se utilizaron elementos mecánicos del Ford Zephyr. La compañía de Mann recibió 80.000 libras por el trabajo y los coches quedaron listos para el rodaje, y hasta matriculados con la placa inglesa GEN 11. No serían los únicos coches para el cine que salieron de los talleres de Alan Mann que también colaborará para «Goldfinger» de la saga James Bond, o para «Le Mans» de Steve McQueen.

Pero volvamos a «Chitty Chitty Bang Bang. Dirigida por Ken Hughes y con un guion escrito por Roald Dahl y Ken Hughes, llega a las pantallas en 1968, pera convertirse en todo un clásico del cine infantil. La historia narra como un brillante inventor de escasos recursos económicos llamado Caractacus Potts, interpretado por Dick Van Dyke, compra los restos de un victorioso coche de carreras que, tras haber sufrido un grave accidente en el Grand Prix de la Gran Bretaña (al evitar a una niña que había cruzado la pista para salvar a su perro) sus hijos han encontrado abandonado y a punto de ser desguazado.

Sobre esta base crea un automóvil muy especial, que es probado con un viaje hasta el mar con Stella (interpretada por Sally Ann Howes), la hija de un fabricante de dulces al que Potts ha intentado vender su invento de caramelo silbato. A causa del ruido que produce el coche, es bautizado Chitty Chitty Bang Bang, y con él vivirán una serie de aventuras.

Poco se podía imaginar el conde Louis Zborowski que sus automóviles servirían de inspiración a una de las películas más famosas de la historia del cine.