Han pasado ya casi dos semanas desde que el Comité Nacional de Ciudadanos decidiera dejar al partido fuera de las próximas elecciones, pero un grupo de afiliados -con Edmundo Bal y Francisco Igea a la cabeza- continúan empeñados en dar marcha atrás a una decisión que consideran que lo único que hará es conducir al partido a la desaparición.
«He dedicado mi vida a luchar contra las injusticias, por eso estoy aquí. Porque las decisiones de la dirección de mi partido han condenado a Ciudadanos a le han borrado de la actualidad política. Adrián Vázquez, Patricia Guasp y el Comité Permanente han secuestrado y amordazado a CS. Están anteponiendo sus proyectos personales al proyecto colectivo, quedándose con la cuenta corriente del partido. Les pedimos que rectifiquen y nos presentemos al 23-J porque aún estamos a tiempo», señaló Bal, diputado en la última legislatura y una de las caras visibles de la oposición interna.
Junto a él, Francisco Igea -procurador de las Cortes de Castilla y León-, defendía el espacio liberal que ha quedado huérfano para el 23J. «Somos un partido de reformas, liberal, progresista, que cree que los ciudadanos deben de llegar tan lejos como su esfuerzo y capacidad les permita y que es necesaria una educación pública y una sanidad pública», explicó.
A su vez, Igea mandó un mensaje a la dirección del partido, a la que ya le pidió a la cara, sin fortuna, la dimisión el pasado 30 de mayo. «Se ha tomado una decisión sin asumir responsabilidades. La dirección del partido se ha metido en la cabina del piloto, han cerrado la puerta y van cantando aleluyas y nos sabemos a dónde va el avión. O se ponen al frente del partido y nos llevan a elecciones o se retiran y dejan paso», exigió.