(CNN Español) — Dos religiosas de la congregación Dominicas de la Anunciata expulsadas de Nicaragua fueron recibidas este miércoles en la frontera con Costa Rica, informó en un comunicado la Diócesis de Tilarán-Liberia. Se trata de las hermanas Isabel y Cecilia Blanco Cubillo, de nacionalidad costarricense, quienes ingresaron por Peñas Blancas, en el noroeste del país.
En Nicaragua, las religiosas estaban a cargo del hogar de ancianos Fundación López Carazo en Rivas, explicó el obispo, monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora. “Sigamos orando por la Iglesia en Nicaragua y especialmente por monseñor Rolando Álvarez que ha cumplido dos meses de prisión”, manifestó Salazar en el comunicado.
La justicia de Nicaragua condenó en febrero a Álvarez a más de 26 años de prisión por delitos como el menoscabo en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense, y por ser presuntamente autor de propagación de noticias falsas. Al carecer de defensa, el obispo no pudo rebatir las acusaciones.
Por otra parte, las monjas trapenses que abandonaron Nicaragua a fines de febrero informaron este martes en sus redes sociales que el Gobierno entregó al estatal Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) el monasterio que les pertenecía, ubicado en el departamento de Chontales, en el centro del país. “El 1 de marzo se presentó ante el Ministerio de Gobernación (Migob) la escritura de cierre voluntario y el 3 de marzo se presentaron las autoridades del gobierno para informar, verbalmente, a nuestro obispo que ya no podían ir al monasterio y que allí funcionaria el INTA”, señalaron en un comunicado.
Las religiosas informaron que fueron recibidas en Panamá con “gran cariño y generosidad”. Las monjas, que pertenecen a la orden monástica católica OCSO, dieron a conocer en febrero que abandonaron el país de manera voluntaria “por motivos de la orden, falta de vocaciones, ancianidad de varias hermanas”, entre otros.
El presidente Ortega ha llamado «terroristas» a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, a quienes señala de haber apoyado las protestas antigubernamentales de 2018, que el gobierno denominó “intento de golpe de Estado”.
CNN está buscando una respuesta del gobierno a través del Consejo de Comunicaciones y Soberanía sobre ambos casos.