Crítica de Danza
Luis Luque le aporta a ‘Europa’, una creación conjunta con el notable coreógrafo Sharon Fridman, su gusto por la sofisticación y su claridad narrativa, y juntos cuentan el mito del rapto de Europa de una forma tan hermosa como particular
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Creación
Sharon Fridman y Luis Luque -
Iluminación
Felipe Ramos y Sharon Fridman -
Composición música original
Luis Miguel Cobo -
Espacio escénico
Monica Boromello -
Vestuario
Raúl Marina -
Intérpretes
Anna Benedicte, Joan Ferré, Cristian González, Julia Kayser, Melania Olcina y Beatriz de Paz -
Lugar
Naves del Español en Matadero, Madrid
La intervención de dramaturgos en espectáculos de danza suele otorgar a estos un valor añadido (si no caen, claro, en el error de querer explicar con otros lenguajes lo que la danza sugiere con el suyo); Luis Luque le aporta a ‘Europa’, una creación conjunta con el notable coreógrafo Sharon Fridman, su gusto por la sofisticación y su claridad narrativa, y juntos cuentan el mito del rapto de Europa de una forma tan hermosa como particular, tan simbólica como emocionante.
‘Europa’ es, fundamentalmente, un poema visual y sonoro, un espectáculo que se dirige directamente a los sentidos. La luz de Felipe Ramos -con un protagonismo especial para los láseres- y los mínimos elementos escénicos de Monica Boromello son un bailarín más y junto a la dramática y envolvente música de Luis Miguel Cobo conforman un universo propio en el que se enredan los morosos movimientos (demasiado morosos en ocasiones) de los bailarines.
‘Europa’ es, sí, un elogio de la belleza, dominadora absoluta de la escena, para convertirse a partir de ella en un espectáculo reflexivo, en el que tienen cabida la tristeza, la soledad, la violencia, la pérdida o la solidaridad.