El comercio acoge con «cautela» la normativa para convertir bajos en viviendas en Galicia

Advierten que una vez un comercio se vuelve vivienda, yo no volverá a albergar una tienda

Un bajo en La Coruña

Miles de bajos comerciales en desuso podrán ser reacondicionados en viviendas gracias a un decreto de la Xunta que modifica la normativa de habitabilidad vigente desde 2010. Una medida que el sector del comercio gallego acoge con «cautela» para que las medidas «no colisionen ni perjudiquen al comercio». El decreto, anunciado el jueves por el presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, y la conselleira de Vivenda, Ángeles Vázquez, realmente lo que hace es flexibilizar y agilizar los procedimientos para reacondicionar las entreplantas y bajos comerciales en viviendas. En teoría, esto ya era posible, pero la normativa era tan estricta que en la práctica apenas se llevaba a cabo. El decreto posibilita a los ayuntamientos hacer excepciones y simplificar las exigencias necesarias para garantizar la intimidad de los residentes en determinados ámbitos, siempre que esté debidamente justificado por razones urbanísticas o de protección patrimonial de la zona. Por ejemplo, la altura de la vivienda no tendrá por que ser de un mínimo de 3,2 metros, sino de 2,5.Además, también se eliminan algunos requisitos para convertir los bajos en casas en los cascos históricos, siendo este uno de los puntos que menos convence a la Federación Galega de Comercio: «Los cascos históricos, zonas eminentemente comerciales, dotacionales y saturadas, consideramos que no son lugar en el que este tipo de medidas puedan llegar a implantarse, tal como le hemos trasladado a la Xunta de Galicia en estos últimos meses», recogen en un comunicado emitido ayer. Insisten desde la Federación en el porqué de los locales vacíos —aquellos candidatos a ser rehabilitados en hogares—: «La falta de uso de locales comerciales se debe fundamentalmente a la degradación de las zonas comerciales y su entorno; achacable fundamentalmente a las distintas administraciones y a la precariedad del planeamiento urbano». Por otra parte, advierten del riesgo que puede suponer que un local comercial se convierta en una casa, asegurando que «ya no hay vuelta atrás». Una vez que se hace una vivienda, ese espacio ya no volverá a albergar una tienda o comercio. «No son aceptables medidas que impidan la posibilidad de que en estas zonas [en las que el comercio está degradado] se vuelva a impulsar la actividad comercial, con la apertura de nuevos negocios que además revitalizan la economía y benefician a toda la ciudadanía». En este sentido, ponen el ejemplo de la Plaza de Lugo Coruñesa, en la que se llevó a cabo un proceso de reconversión, y ahora es uno de los puntos de la ciudad con más actividad comercial.